Puede que el fin del mundo suceda cada día


Debería de ser este texto, si es que termina como yo lo espero, un logro importante ya que últimamente me inunda una gran falta de creatividad. Puede que sea un triunfo a mi imaginación y capacidad de relato, o quizás no, debido a que voy a limitarme a contar un momento, es decir, algo que sucedió, en un tiempo y espacio determinado.
La calle San Luis de mi ciudad, Rosario, brinda como toda senda de zona céntrica, una variable cantidad de oportunidades. A quien le gusta la fotografía, captura una gran cantidad de imágenes sobre árboles, negocios, la plaza Montenegro, el cine Monumental, los chicos corriendo o comprando el platiné o la manzana, esa que tiene pochoclos y caramelo, esa que a mi nunca me gustó. Si quiere gastar dinero, lo esperan una gran cantidad de centros comerciales, tiendas de ropa, galerías lujosas, si lo que pretendes es un taxi ahí probablemente lo encuentres en unos segundos.
La película, a la cual no vale la pena ni nombrar, terminó a eso de las seis y media de la tarde, salí medio desorientado, como siempre, luego de estar casi tres horas en un cuarto oscuro poniéndole atención a una gran pantalla, o como cuando terminas de leer un libro y te desconectas de ese mundo en el que estabas muy metido. Iba camino a tomar el colectivo con rumbo a casa, y en un rincón, al costado de la plaza diviso a una mujer sentada con dos criaturas, sostenía una facha desagradable para la vista de cualquiera y los chicos descalzos y con la caras manchada de tierra. Sobre la vereda a unos metros de su mano una caja vacía de zapatillas, la cual, la mujer extendía de a ratos en señal de pedir dinero.
Cruce la calle y le di los últimos cinco pesos que me quedaban en el bolsillo, ella extendió la caja y aquí es donde me quiero detener. Tenia las manos desgastadas, como partidas y llena de manchas, piel muerta sobre cada uno de sus nudillos, parecía tener lepra, pero no, era otra la cuestión. Me quede anonadado y ella que había hecho un gesto de aceptación cuando le alcance el dinero, ahora ya miraba para otro vértice, parecía no distinguir que yo estaba ahí. Di media vuelta casi sin pensar, y emprendí camino sin mirar atrás. “lo que eran esas manos “ pensé, la imagen retenida en mi cabeza parecía no querer dejarme tranquilo.
En el colectivo, caras cansadas, ya estamos cerca de fin de año, se siente un agotamiento mayor y un gran desanimo en los rostros. Unas chicas hablan sobre el colegio, la rubia de pelo alisado se llevo tres materias, y la acompañante siete, lo pronunció con recelo, seguro creía que podían ser mas, aunque no se le notaba preocupada. Es por la edad me digo una  y otra vez, pero suelo pensar que no es así, “las cosas importantes se aprenden de chico”. El ruido del micro era incesante y a mi, como de costumbre ya me ataco la cefalea. Unas señoras sentadas frente a mi hablan sobre el fin del mundo, que supuestamente es el viernes veintiuno de diciembre, “mira si llega a ser verdad” dice una.
Mientras vuelvo inmortales estas cuestiones sobre una hoja arrugada, estoy sentado en el patio de mi casa, reposando, mirando el cielo mas azul que de costumbre, últimamente es la calma que antecede a la tormenta, es que viene lloviendo demasiado. Extiendo la cabeza y veo el cielo mas lejos de lo normal, de repente parece como si el mundo me quedara enorme, y ahí viene mi reflexión!
Si yo quisiera hacer una breve teoría sobre el fin del mundo o dar mi opinión al respecto,, juro que no podría!!... no podría hablar de ”mundo” siendo esta esfera un mapa que nos queda demasiado grande, a mi y a tantos otros. Le queda grande a esa mujer, con las manos destruidas por trabajo y  una vida insalubre, quizás si el destino no se apiada tampoco exista “mundo” para sus pequeñas hijas!
No pretendo un golpe bajo y que quien lo lea, si es que sucede le entre lastima o le salgan lagrimas, y si, ya se, puede ser una comparación un poco torpe, pero yo por ejemplo, teniendo mas posibilidades que muchos otros, a mi que gracias a dios no me falto nunca un plato de comida ni un colchón donde dormir, desconozco por completo esta gran esfera de la que pronuncian tantas profecías, tradiciones, traiciones, maldiciones y bendiciones. Nunca fui a la ciudad de Salta a admirar su belleza, ni a las cataras de Iguazú, tampoco conozco Mar del Plata, Punta del Este, Bariloche, San Martin de los Andes , el Calafate, ni el faro del fin del mundo!
No fui a Paris, a Roma, Amsterdam, Madrid, Viena, Brucelas, Atenas, Budapest, Lisboa, Londres, no me tome una foto en Praga, o en el Gran Cañon, no grabe un video cruzando Los andes, no fui a ver al Barcelona de Messi, ni a Machu Pichu, no pude estar en presencia del papa, no comparti nada con hindúes y musulmanes,  ni me encontre jamas en Sudafrica estudiando el apartheid o saludando a Nelson Mandela, jamas clave una bandera en "el Cabo de Buena Esperanza".
Para mi y otros tantos, el mundo no es mas que una ilusión, relacionado con la palabra "cotidiano" y lejos de una gran aventura!


Ya se que están esperando algo que cuadre, un buen final de “y vivieron felices…”, porque todo lo llevamos a Hollywood. Pero lo único quedando por decir es la suplica contra la desinformación, de los medios  globales que no producen una transformación
u opinión propia e intoxican al ser sin darle oportunidades:

Pido por los que no eh nombrado y por quienes doy detalle
 por los justos que llevan una vida injusta,
por los dignos a quienes tratan indignamente
por los sueños del cyrano de bergerac
por la costumbre que nos vuelve comunes y desiguales al mismo tiempo
por el descubrimiento de Gliese 581
por el titanic y su flota “ilusión”
por Francis Ford Coppola que ha presentado viajes a la cultura en medio de historias llenas de desventura!
Por Chile que se recupera firmemente de la tierra temblando y por sus mineros,
Por el AZT
Por Katmandú
Por los que nos precedieron, a los que hoy se sigue derrocando
Por la primera esposa de Einstein, fuente de inspiración
Por la Rosa de Paracelso
Por el oficio de la magia, capaz de ilusionar y restaurar la rosa quemada
Por el gran Rene Lavand
Por quien perdona aun entre el mas profundo dolor
Por Garrik, dueño de las risas de los demás pero no de las propias
Por los verdaderos artistas, aquellos que no intentan solo mostrarnos el avión despegar sino que además nos invitan a disfrutar “el viaje”
Por Borges, que escribió “otro poema de los dones” e inspiro esta ultima suplica, (salvando las diferencias)
Por nosotros, para que el mundo no nos quede tan grande ¡!

Por aquellos que entienden lo complejo de la cuestión : 

“Es muy fácil empujar a la gente, lo difícil es guiarla"








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