El joven que escribía en las noches de fiesta.
EL hombre entre sombras vislumbraba aquella luna como si
fuese única, como si nunca antes hubiera visto alguna o quizás como si estuviese
decidido a no volverla a ver nunca mas. Golpeó la puerta, quedo inmóvil, contemplaba
con una mirada perdida la madera trabajada al sol, y luego de un par de brisas
rosando su cara, entró.
Tomo un papel y un lápiz, si, ¿Qué les extraña?, ¿acaso
nunca se ha visto a un joven una noche de fiesta, solo entre oscuridad
escribiendo?... el silencio pareció responderme un firme y aturdido “no” a esa pregunta y también a él a tantas otras en ese instante y después
de un suspiro cortando ese fatal silenció, apoyo el lápiz sobre el papel. Nadie sabe bien que escribió, a partir de acá
son solo texturas, sentidos de sonidos y tactos de una mina de lápiz rasgando
un papel. Pudo haber escrito sobre cualquier cosa, se presume que intento
inmortalizar algo referido a aquella luna, imposible saberlo.
Lo que si se
sobrentiende es la incesante búsqueda de quimera que quemaba la cabeza de aquel
hombre en penitencia. Esa dulce extracción refiere quizás un poco a la sombra
de la cual no se explica en el comienzo del texto, a aquella luna que lo
cautivo y a la profunda necesidad de contar algo, de describir una soledad
dolorosa y de pretender un poco de cariño, si, cariño, ¿Qué les extraña?, acaso
no saben que en el fondo todo artista esta diciendo a gritos: “yo no soy solo
esta serie de acciones y costumbres, soy también esto que escribo !… Por favor,
quiéranme !"
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